En el año 2022 decidí comenzar mi carrera universitaria, creí que estaba lista para vivir la aventura de mudarme sola a otro estado, de empezar mi vida, pero el cariño y amor que les tengo a mis papás es mucho más fuerte. Sin embargo un día decidí ser fuerte y empezar a vivir en Querétaro, todo marchaba bien, habíamos encontrado un departamento por decir económico, cerca de la universidad, recuerdo que compartía cuarto con una chica y baño, cocina, sala y comedor con otra 6, era bastante incómodo a decir verdad, pero el camino apenas empezaba. Luego de dos meses mi mamá enfermó de gravedad y no lo pensé ni un segundo, quería regresar para estar con ella.
Sentí demasiada desesperación porque sabía que si dejaba todo lo que estaba construyendo, tarde o temprano me iba a arrepentir; afortunadamente en mi camino encontré a una persona muy especial, mi tutora de la universidad, ella busco becas y apoyos institucionales para ayudarme a cubrir algunos gastos en mi vida universitaria y fue así como conocimos a LA CIMA IAP, no es posible expresar con palabras la emoción que sentimos, mi familia y yo no podíamos creer que en el mundo existieran personas capaces de apoyar a otros sin malas intenciones.
Fue difícil convencer a mis papás para que me dejaran postularme, como todos los padres siempre existe la duda ante las decisiones de sus hijos, luego de muchos intentos ellos aceptaron y comencé mi proceso.
Entonces supe que la institución me apoyaría no solo pagando los gastos en la escuela, si no que también me apoyaría con un hogar digno, una alimentación balanceada, talleres de desarrollo humano que fueron y son pieza clave en este camino, aprendí a gestionar mis emociones, a no preocuparme por cosas que no están a mi alcance, a plantear mis metas y objetivos claros, a ser dueña de mi tiempo y saberlo manejar adecuadamente; algunos talleres que son externos me han permitido aprender diversidad de cosas: hablar en público, primeros auxilios, salud sexual, higiene personal, incluso me están apoyando a implementar un proyecto en mi comunidad para desarrollar las habilidades profesionales que he aprendido a lo largo de mi carrera universitaria. También hay clases de inglés, las cuáles son muy enriquecedoras y de las que he aprendido demasiado. Tuve la oportunidad de conocer a una personita muy linda, fue mi maestra por un tiempo y mentora en algunas prácticas de inglés, además ella es nativa de Estados Unidos, claramente con su ayuda mi nivel de inglés y de pronunciación mejoró.
Hay una mejor parte, tuve la dicha de conocer a otras chicas con mi situación, ellas fueron una base sólida en mi adaptación, incluso las quiero cómo mis hermanas, en mi opinión es lo más bonito que LA CIMA me ha dado.
Sin darme cuenta mi vida cambio y ahora me siento plena porque puedo seguir mis sueños sin depender económicamente de mis padres, además puedo visitarlos cada semana para llenarme de energía linda con su compañía y regresar para seguir trabajando duro y así poder alcanzar todas esas metas que para Dalia de 15 años estaban muy lejos.