Daniela, una mujer alegre, entusiasta, valiente y determinada, es originaria de una pequeña comunidad en Arroyo Seco, Querétaro. Desde una edad temprana, mostró una increíble fortaleza y compromiso con su educación, a pesar de los desafíos que enfrentaba su familia. Su madre se dedicaba al cuidado del hogar y su padre emigró a Estados Unidos para generar ingresos y apoyar a su familia. Con cinco hermanos, Daniela se convirtió en la primera de su familia en finalizar estudios universitarios, un logro significativo que marca un hito en su historia personal y familiar.
Gracias al apoyo integral de La Cima IAP, Daniela finalizó exitosamente sus estudios de Licenciatura en Nutrición. Durante su carrera, trabajó en el Hospital Star Médica, donde adquirió una valiosa experiencia profesional que la preparó para enfrentar los retos de su campo. La combinación de su formación académica, desarrollo humano y su experiencia laboral le ha permitido desarrollarse como una profesional competente y comprometida con su vocación.
Daniela siempre ha estado profundamente preocupada por el bienestar de su comunidad. En su comunidad, hay un alto índice de obesidad en niños y prevalencia de enfermedades como la diabetes e hipertensión en adultos. Con esta realidad en mente, y durante su estancia en La Cima IAP, Daniela diseñó un proyecto comunitario enfocado en enseñar hábitos de alimentación saludables a los niños de su comunidad. Este proyecto no solo refleja su dedicación a la nutrición, sino también su compromiso con mejorar la calidad de vida de aquellos que la rodean.
El éxito de Daniela no hubiera sido posible sin el apoyo continuo de voluntarios, donadores y colaborades de La Cima IAP. Durante sus 4.5 años de estancia, La Cima IAP proporcionó a Daniela un entorno propicio para su desarrollo humano, académico y profesional. La dedicación de Daniela y el respaldo de La Cima IAP han sido fundamentales para asegurar que ella se convierta en una mujer plena y feliz fuera del ciclo de pobreza generacional.
Agradecemos profundamente a todos aquellos que han apoyado a Daniela en su camino. Su historia es un testimonio inspirador de cómo la educación, el apoyo comunitario y la determinación personal pueden transformar vidas. Daniela ahora está lista para contribuir significativamente a su comunidad y seguir creciendo como una profesional y como un ser humano íntegro. Su éxito es un motivo de orgullo para todos los que han sido parte de su viaje.