En el 2021 me enfrenté al gran reto de entrar a la universidad sin una computadora en que trabajar mis clases, pero La Cima me brindó una computadora con la que ahora estoy trabajando. También al entrar a la universidad hubiera necesitado seguir trabajando para pagar mis materiales escolares y colegiaturas, pero La Cima me brindó apoyo económico para todo lo relacionado en mi educación y también para despensa, y ahora me apoya con asesorías personales para mejorar el aprendizaje en clases.
Me siento agradecida por todo lo que brindan, por el apoyo moral, por las asesorías, el apoyo económico y por dejarme ser pate de este programa.